El agua que utilizamos diariamente para ducharnos o lavarnos las manos no siempre es igual. En muchas regiones, el agua contiene una alta concentración de minerales como calcio y magnesio, lo que comúnmente conocemos como agua dura. La cal en el agua puede no ser evidente a simple vista, pero sus efectos en nuestra piel, especialmente en aquellas personas con piel sensible o con problemas como dermatitis atópica, pueden ser significativos.
Efectos de la cal en la piel sensible
La cal en el agua es conocida por secar la piel, lo que puede derivar en múltiples problemas cutáneos. En personas con piel sensible, los efectos son aún más notables. Desde nuestra experiencia, muchos clientes comentan que después de duchas con agua dura, la piel quedaba visiblemente más seca, y aparecía una sensación de tirantez. Además, en ocasiones la piel se «peleaba» y la posterior hidratación con cremas, no eran suficiente para contrarrestar este impacto negativo.
Todo esto se debe, a que el contacto constante con agua dura puede romper la barrera natural de la piel, dejándola más expuesta a agentes irritantes y alergias. Entre los síntomas más comunes provocados por la cal encontramos:
- Enrojecimiento y erupciones cutáneas.
- Sensación de picazón constante.
- Sequedad extrema que puede derivar en grietas.
- Mayor sensibilidad a productos de cuidado de la piel que antes no causaban irritación.
Ducharte diariamente con agua con alto contenido de cal, perjudica tu piel y amplia las enfermedades cutáneas.
Alergias y reacciones cutáneas causadas por la cal
Algunas personas desarrollan lo que comúnmente se conoce como alergia a la cal. Si bien no es una alergia en el sentido médico estricto, el término hace referencia a reacciones exageradas de la piel frente a la acumulación de cal en el agua. Estas reacciones pueden manifestarse como brotes repentinos de eczema, urticaria o dermatitis atópica, afecciones que empeoran con el contacto constante con el agua dura.
En el caso de la dermatitis atópica, suele agravarse considerablemente cuando el individuo se ducha diariamente con agua rica en cal. Las áreas afectadas por esta condición, como los codos y el cuello, se vuelven aún más secas e irritadas. Este tipo de reacciones se produce porque la cal forma una capa sobre la piel que bloquea los aceites naturales, dejando la piel más vulnerable y propensa a inflamarse.
Cómo puede dañar tu piel el uso continuo de agua con cal
El uso prolongado de agua con cal puede tener efectos adversos a largo plazo en la piel. En casos extremos, la exposición continua al agua dura puede acelerar el envejecimiento cutáneo, ya que la piel pierde elasticidad debido a la constante sequedad. También es común que las personas que usan agua dura por largos períodos noten un mayor número de arrugas prematuras, así como una piel más apagada.
El mayor riesgo, sin embargo, es para quienes ya sufren de afecciones como la dermatitis o el eczema. Si no se toman medidas para reducir la exposición al agua dura, estas condiciones pueden volverse crónicas y mucho más difíciles de tratar.
Consejos para mitigar los efectos del agua con cal en la piel
Afortunadamente, existen soluciones prácticas para reducir los efectos negativos del agua con cal en nuestra piel. Estamos convencidos que en cuanto empieces a implantar algunos de nuestros consejos, notarás una mejora en la piel significativa.
- Instalar un filtro descalcificador: Los filtros de agua para duchas son una de las mejores soluciones para eliminar o reducir los niveles de cal. Estos dispositivos se colocan fácilmente en la ducha y filtran los minerales del agua, haciendo que esta sea más suave y menos agresiva para la piel.
- Usar productos específicos para pieles sensibles: Desde jabones suaves hasta lociones sin fragancia, los productos que elijas deben ser aptos para pieles sensibles y con propiedades hidratantes. En mi experiencia, optar por jabones con pH neutro ha sido fundamental para evitar que mi piel se reseque más.
- Evitar duchas largas con agua caliente: Aunque una ducha caliente puede ser muy tentadora, en zonas con agua dura es recomendable mantenerlas cortas y a temperatura moderada. El agua caliente facilita que los minerales de la cal se adhieran aún más a la piel.
- Hidratación intensiva tras la ducha: Aplica una buena crema hidratante inmediatamente después de ducharte, cuando la piel aún está ligeramente húmeda. Esto ayuda a sellar la humedad en la piel y contrarresta el efecto secante de la cal.
Si tienes alguna duda, consulta con nuestros expertos. En CAL-X te ayudaremos a disminuir los problemas de la cal en tu vivienda desde el primer día.